A partir de los 3 años el niño ya tiene formado el concepto de: ¡yo! En este momento el aprendizaje es totalmente consciente: me muevo a donde quiero y modifico mi entorno. El aprendizaje surge de forma espontánea y es aquí donde el ambiente de nuestras salas les ofrece oportunidades infinitas. Amplitud de espacio, abierto, ordenado, estético, simple, real; donde cada elemento tiene su razón de ser en su desarrollo.
El ambiente está cuidadosamente preparado a la medida de este niño de 3 a 6 años que ya elige dónde y cómo quiere trabajar; solos o en grupos, promoviendo la independencia en el contacto con los recursos, y en su proceso de aprender y en la búsqueda de respuestas a sus necesidades.
Los niños aprenden la importancia y el placer de realizar una tarea de principio a fin, desarrollan su voluntad, la capacidad de concentración, la confianza en sí mismos y la satisfacción del logro.
Los sentidos siguen siendo los protagonistas, y aquí los materiales Montessori permiten agudizarlos ya que cada uno aísla una cualidad particular: olor, tamaño, peso, textura, sabor, color, etc. En esta edad preescolar en la que el niño recibe excesiva información sensorial, estos materiales le permiten encontrar orden y sentido en el mundo.
A partir de los 3 años los niños ya tienen bases de lenguaje y en nuestro ambiente lo enriquecen y aprenden a usarlo con precisión, belleza y propiedad. La escritura se desarrolla a partir de los sentidos (el oído, el tacto) y, como una consecuencia natural de esto aprenden a leer y de ahí el mundo se abre con toda su grandeza: geografía, ciencias, historia, arte, música. En este punto el niño define su entorno y su lugar en el mundo; lo integran, comprenden respetan y aman; crean un sentido de solidaridad y compromiso.
Proponemos que el niño descubra el mundo y lo interprete a través de cuatro grandes áreas. Ellas conforman los espacios de esta sala: Vida práctica, Desarrollo Sensorial, Matemáticas y Lenguaje.
Área de Vida Práctica
Son actividades que apuntan al cuidado de sí mismos, de los demás y de su entorno: cocinar, coser, limpiar, ordenar; vivo lo que observo, coordino mi cuerpo, me concentro, me basto por mí mismo, disfruto del orden y la limpieza, entiendo mi entorno, me siento como en casa, finalmente me integro.
Área Sensorial
El material permite a los niños agudizar y desarrollar sus sentidos: el gusto, el olfato, la vista, el oído y el tacto. Ellos son la base para aprendizajes posteriores; será a través de ellos como el niño explore el mundo y sea capaz de absorber todo lo que le rodea. Para ellos se aíslan las cualidades para que el niño enfoque su atención en un solo aspecto.
Área de lenguaje
Proponemos actividades donde se consiguen grandes pasos hacia la lectura y escritura. El cuerpo como medio para sentir y conocer las letras, las formas; explorar los sonidos; observar las figuras, las imágenes que representan; relacionar lo que se va comprendiendo.
Área de matemáticas
Los materiales Montessori permiten conocer los números y lo que representan usando todo su cuerpo, tocando; trabajan con formas, tamaños, colores, pesos…Sientan las bases de un pensamiento más complejo, viajando de lo más concreto a lo más abstracto.