Nuevo curso, nuevas aulas
“La idea no es reproducir el mundo adulto en miniatura, o distorsionar la realidad en un paraíso de mentirijillas en el que los deseos y fantasías del niño sean las únicas cosas que se toman en consideración. En lugar de ello, el ambiente preparado debe brindar el mundo en grande, y por tanto el mundo adulto, al alcance del niño en cualquier etapa de desarrollo en que este se encuentre en un momento dado”.
La educación para el desarrollo humano. María Montessori.
Para los colegios que seguimos fielmente el método Montessori, los espacios son cuidados y mimados con especial esmero, pues sabemos que parte del éxito de nuestros estudiantes reside ahí, en lo que María Montessori denominó: “Ambientes preparados”.
Lo dejaba bien claro en sus libros y apuntes: los ambientes deben ser atractivos, lugares bellos y acogedores que inviten al niño a quedarse. Ricos en estímulos y cientificamente preparados para crear y proporcionar las experiencias necesarias según la etapa de desarrollo en la que se encuentra el niño. Aulas vivas que crecen con el grupo de estudiantes que alberga en su interior. Aulas amplias, luminosas, de colores neutros, donde priman los elementos naturales: muebles de madera, plantas, etc.
Además de cumplir estos requisitos marcados por la AMI (Association Montessori International), todas nuestras aulas están adaptadas acústicamente para un mejor sonido. Los beneficios son muchos y han demostrado un mayor rendimiento escolar.
Entre ellos destacamos cinco:
- Mejor comprensión del discurso hablado.
- Aumento de la memoria a corto y largo plazo.
- Niveles de estrés más bajos.
- Mejor capacidad de lectura.
- Reducción del número de conflictos.
- Nivel mayor de concentración durante más tiempo.