La importancia del orden en la etapa de 0 a 6

La importancia del orden en la etapa de 0 a 6

Todo en el cosmos, en el universo sigue un orden, una secuencia, un ciclo. Después del día llega la noche y las estaciones se suceden unas a otras. Cuando cultivamos una semilla esta sigue un proceso para poder crecer. El orden es la base para la creación y construcción de la vida.

El niño de cero a seis años es una persona en evolución, se está construyendo el adulto que será el día de mañana y necesita ordenar sus pensamientos para entender el mundo que le rodea. El orden le proporciona calma, seguridad, autoestima, permitiéndole anticipar lo que va a pasar desde los cimientos de la confianza. Desde esa confianza va a aprender a explorar el mundo y a absorber todo lo que necesita para adaptarse y completar con éxito esta primera etapa de desarrollo antes de pasar a la siguiente. Se crea la inteligencia.

El orden es el impulso que nos mueve durante toda nuestra vida.

Como adultos tenemos que percatarnos de que formamos parte del ambiente de los niños y que por lo tanto es importante cuidar las rutinas. Cuidar nuestro movimiento, el tono de nuestra voz, hablar con el niño para anticiparle que va a pasar, comunicarle cualquier cambio y actuar siempre de igual modo ante la misma situación se traduce en confianza. Somos personas de confianza.
Muchas manifestaciones de llanto se suceden porque vive diferentes situaciones y contextos que le producen intranquilidad, lo cual genera un estado de alerta.

Los seres humanos buscamos y necesitamos el orden para poder actuar e interactuar en el mundo. Entre los 0 y los 6 años nos encontramos en un período sensible de vital importancia.
El orden interno se construye a través del orden externo con ambientes limpios y con objetos adecuados y reales, donde cada cosa ocupa su lugar. De esta manera, como adultos, ayudamos al niño en su desarrollo, dándole orientación, referencias espaciales y una mayor conciencia de lo que ocurre a su alrededor.

No responder a esta necesidad de orden a la larga puede derivar en dificultades de aprendizaje. Problemas para esquematizar un texto o saltar una secuencia a la hora de resolver un problema de matemáticas son algunos ejemplos de ello.
Es a partir de una mente ordenada que podemos crear.

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