Nuestro sistema de evaluación

Una de las preguntas habituales de las familias cuando conocen nuestra escuela es acerca del sistema de evaluación, sin exámenes ni deberes.

Estamos tan habituados a ser medidos, calificados y etiquetados que cuando nos presentan una alternativa diferente de valorar los aprendizajes nos saltan todo tipo de dudas y preguntas.

Cuando salgan al mundo real… ¿Cómo hacemos que se responsabilicen? ¿Cómo les obligamos a estudiar? ¿Se adaptarán luego a la universidad, a un sistema convencional? ¿Cómo los preparamos entonces para la vida adulta?

Si reflexionamos un poco nos damos cuenta que muy raras veces un adulto pasa por esta presión en su vida laboral, excepto en casos de concursos u oposiciones. La tendencia del mundo laboral y social va a la cooperación, la colaboración, la eficacia y la autonomía. Todos estos valores se pierden si el estudiante es un sujeto pasivo que recibe indicaciones, sin cuestionarlas, reflexionarlas, conectarlas y principalmente integrarlas.

La evaluación es parte del aprendizaje, consiste en valorar todo el proceso hasta llegar al resultado, al logro, a la integración de los conceptos y de sus relaciones. Nos permite medir también nuestra eficacia como docentes y si los canales que usamos para transmitir la información han llegado al niño. Todo esto ¡no se mide con un examen!

En Eleven School queremos niños que lleguen a su vida adulta con la capacidad de aprender intacta, con el mismo espíritu de curiosidad, de disfrute y de análisis de cuando somos muy pequeños y confiamos en el mundo y en su belleza. Queremos también rescatar el valor del error, como parte del proceso, cómo una oportunidad y cómo una motivación.

Como es nuestro proceso de evaluación

• Nuestros profesores realiza un registro diario de los progresos de cada niño de forma global. No se descartan ninguna de sus actitudes, análisis y conclusiones: se registran, miden y valoran los tiempos que pasan con cada material o en cada proyecto, el camino que le lleva a resultados concretos y la calidad de los mismos.
• Utilizamos diversas herramientas, estrategias y materiales para comprobar el aprendizaje y valorar los conocimientos.Todas estas herramientas están acompañadas de baremos cuantificables que nos permiten seguir los avances de cada estudiante. Algunos de ellos son: las exposiciones orales (en inglés), las demostraciones en pequeños grupos, los experimentos, el material Montessori utilizado, las explicaciones a un compañero, la capacidad de relacionar temas de otras áreas de conocimiento, la redacción de ensayos, la creación de modelos a escala, los trabajos de campo, etc.
• Cada niño tiene un expediente producto de las valoraciones continuas. Estas valoraciones las vive de forma natural: sin presiones ni miedos. Para ellos es un proceso cooperativo, dinámico y reflexivo entre su guía y él/ella. Ambos conectan con las inquietudes, motivaciones, necesidades y ritmos: desde dónde parte cada estudiante, sus destrezas iniciales, su dedicación y su esfuerzo de cara al logro de resultados.
• Valoramos también la relación entre los conocimientos, ya que es una destreza natural en los estudiantes a estas edades. Cuestiones como “¿Cómo se conecta en mundo entre si? ¿Cómo relacionamos una lección de geografía con una de matemáticas o de biología?”.
• A partir de year 5 aprenden a relacionarse con exámenes de diferentes tipos (orales, escritos, de desarrollo y tipo test), pero siempre acompañados durante todo el proceso por los profesores. Ellos se encargan de cuestiones habituales: ¿Cómo estudiar para un examen? ¿Cómo organizarme? ¿Cómo hacer resúmenes? ¿Cómo transmitir las ideas? ¿Cómo manejarse con el tiempo y la presión? ¿Cómo valorar los errores como base para nuevos aprendizajes?, etc.

Como son los deberes

De la misma manera, los deberes se justifican cuando el estudiante es un sujeto pasivo durante la jornada escolar, que recibe y recibe información y que necesita espacios a mayores fuera del tiempo de escuela para empezar a ser activo y a integrar los conceptos que recibió.

• En nuestra escuela los estudiantes son activos todo el tiempo, con recursos que les motivan y les hacen estar toda la jornada en actividades, prácticas y dinámicas: más allá del libro de texto y la memorización.
• Están acompañados por los profesores, los cuales están todo el tiempo a su disposición comprobando si comprenden y si necesitan más recursos o más tiempo.
• Fomentamos la autonomía, la responsabilidad y la orientación a resultados comprobables.
• Cada estudiante de la etapa elementary tiene una agenda donde organiza el trabajo de cada día. Es una agenda con la que trabajan desde que llegan, revisando su planificación para cada día y supervisando los puntos que van cumpliendo.
• Cada viernes, de forma individual, los estudiantes tienen una reunión privada con la persona tutora donde ambos valoran en qué punto se encuentra. En esta reunión planifican la semana siguiente en base a sus logros, necesidades y a los contenidos pendientes.
• Dentro del ambiente de las aulas los estudiantes tienen a mano todos los recursos, materiales y herramientas para realizar sus proyectos, satisfacer sus dudas y conectar los aprendizajes.

En ambas circunstancias tanto en el sistema de evaluación como con los deberes, buscamos desarrollar valores personales hacia la autoestima, la seguridad en si mismo, la motivación y el gusto por aprender. Estas destrezas son necesarias para enfrentar cualquier obstáculo en la vida.

En resumen, nos adaptamos a las necesidades reales de un mundo en constante cambio, en donde el más apto será aquel individuo que sepa llegar a sus objetivos de la forma más eficaz posible, usando de manera óptima los recursos que tiene a su alcance. Los conceptos y la información se encuentran a un click, pero el éxito dependerá de saber conjugar esa información y utilizarla en favor de un proyecto.